Supervisores regionales y directores de centros educativos de San Miguelito participaron en el taller Maestro por Vocación: “Enseñando con propósito, mística y pasión”, con el objetivo de fortalecer la vocación y la mística docente, potenciando así la práctica educativa.

Las dinámicas entre docentes resultan fundamentales, ya que permiten crear un ambiente escolar positivo y colaborativo, mejorando la comunicación, el trabajo en equipo y fortaleciendo el sentido de pertenencia.

Durante la jornada, los educadores participaron en dos dinámicas: el Bingo de la Alegría Docente y el Árbol de Mi Vocación, actividades que les permitieron reflexionar sobre lo que los motivó a convertirse en docentes, lo que les apasiona de su labor y compartir sus vivencias más significativas.

La vocación docente implica una profunda motivación intrínseca por enseñar y ayudar a otros a aprender; mientras que la mística docente se asocia con la entrega, la pasión y el compromiso hacia el ejercicio de la docencia. La combinación de ambos elementos influye positivamente en la calidad educativa y en el bienestar de los estudiantes.

La viceministra académica de Educación, Agnes de Cote, destacó que estas actividades están enfocadas en redescubrir el yo interno del docente, en recordar ese primer día de trabajo, revivir la pasión y las experiencias más significativas. “Un docente va más allá de cumplir sus obligaciones; muestra entusiasmo, dedicación y un profundo compromiso con la educación y el bienestar de sus estudiantes. Fue un gran evento, con ritmos musicales y detalles para los docentes”, añadió.

Por su parte, Aymeth Espinosa, directora Regional de Educación de San Miguelito, expresó que este tipo de experiencias nos permite recordar la vocación que debe tener cada educador para comprometerse con la sociedad, especialmente en este distrito. “Sabemos que ha sido una experiencia exitosa y vamos a replicarla en otros centros educativos”, afirmó.

El padre Jamed Pacheco Rodríguez, miembro de la Comisión Nacional de Ética del Educador, subrayó que esta vivencia fue formidable, permitiendo que los directores recibieran el mensaje inicialmente y luego se conviertan en agentes multiplicadores en sus respectivos planteles.

Finalmente, Cristina Polanco, directora de la Escuela Cerro Viento Rural, señaló que el taller los conectó con su ser interior. “Reflexionamos sobre nuestra vocación, sobre por qué elegimos esta profesión que nos permite educar con amor, pasión y compromiso. Este taller nos conecta con la mística docente, con el valor de nuestra labor profesional y con la influencia que ejercemos en la sociedad”, puntualizó.